Muro Krainer: La actividad humana siempre ha estado relacionada con el medio fluvial.
Mantener limpios los cursos fluviales de estructuras extrañas en el medio natural, y de plantas invasivas (alóctonas); es una obligación, si queremos conservar el medio natural.
Así mismo, las construcciones que muchas veces son necesarias para la protección de los márgenes de los cursos fluviales deben conseguir una total integración paisajística si queremos preservar la naturaleza y la biodiversidad del ámbito fluvial, y en este sentido el Muro Krainer juega un papel protagonista.
¿Qué es el Muro Krainer?
El Muro Krainer es una técnica de bioingeniería útil para estabilizar los márgenes de los ríos, sustituyendo el uso de técnicas civiles (como los muros de hormigón para canalizaciones o el uso de muros de escollera, que tan a menudo dañan la dinámica fluvial y afectan a la biodiversidad de los ecosistemas fluviales), por técnicas basadas en el aprovechamiento de materiales naturales (como la madera); favoreciendo el desarrollo de la vegetación autóctona,
para consolidar y retener el suelo de forma estable.
El Muro Krainer, clave para alcanzar los objetivos de la integración paisajística
Con esta técnica, además de satisfacer su funcionalidad estructural de estabilización de los márgenes fluviales, se cumplen los principales objetivos
de la integración paisajística:
1.-Impacto mínimo medioambiental. Con esta acción se logra mantener la funcionalidad de los ecosistemas y se reducen las afectaciones de las obras sobre el medio natural.
2.-Potenciar la eficiencia ambiental y la estética. El uso de esta técnica de bioingeniería ofrece unos excelentes resultados estéticos y permite construir con criterios de eficiencia.
3.- Elegir el emplazamiento más adecuado e integrar la construcción con los recursos y elementos que ya existen en la zona.
La está cada vez más en boca de las administraciones públicas y es una de las principales preocupaciones de Talio en todos sus proyectos. Por eso,
utilizamos técnicas que sean mínimamente invasivas con el medio natural como el Muro Krainer.
Un ejemplo de estas actuaciones es la que hemos llevado a cabo en la riera de Gaià, en su tramo por el municipio de Viladecavalls. Esta acción ha servido para mejorar la seguridad de la zona, pero sin renunciar a la integración ecológica y paisajística.
Estabilización de un talud con técnicas de bioingeniería del paisaje.
Durante el año 2019 se produjeron dos deslizamientos en el margen izquierdo de la riera de Gaià, en su tramo por el municipio de Viladecavalls. El talud existente se desestabilizó perjudicando la seguridad de las casas vecinas situadas en la cabecera de éste.
El proyecto ejecutivo para la estabilización de dicho talud ha consistido en la combinación de diversas técnicas propias de la bioingeniería que permiten una total integración ecológica y paisajística a la vez que preservan y mantienen la dinámica fluvial actual de la riera.
La obra se ha realizado en un plazo récord de 36 días naturales.
Empezando por la base del talud, se ha construido un muro de 2,65 m de altura y 42 m de longitud de entramado Krainer. Se trata de 13 niveles de madera de castaño sin tratar de 20 cm de diámetro: los tres primeros niveles quedan enterrados y van con gaviones flexibles tubulares que ayudan a la cimentación; y el resto de niveles, ya a pie de cota del cauce, van con rollos de fibra de coco y plantación de especias arbustivas propias de riera.
Los troncos transversales se han colocado a 1,5m de distancia entre sí de forma alternada según el nivel, quedando fijada toda la estructura de madera con varillas de acero corrugado. Para proteger el pie del talud y del entramado Krainer, se ha construido un muro enterrado de piedra de escollera que recorre toda la longitud del muro, reforzando cada extremo a ambos lados.
Como elemento de conexión entre la parte izquierda del Krainer y el talud existente, se ha construido un entramado simple de 10m de longitud y 2m de altura, con rollos de fibra de coco y plantación de arbustiva entre niveles.
Por encima del Muro Krainer y ocupando la misma longitud que éste, se ha construido un enrejado tipo Vesubio con troncos verticales de castaño de 4m de longitud y 20 cm de diámetro, situados a una distancia de 1,5m entre ellos, y troncos horizontales de 3m de longitud y 15 cm de diámetro, situados entre 50 cm y 1 m entre ellos, haciendo un total de 4 niveles. Cada unidad de enrejado se ha reforzado con estacas de castaño de 2,5m de longitud clavadas en el talud y con plantación de especias de arbustiva.
Encima del enrejado Vesubio se ha creado un entramado simple de 80 cm de altura para estabilizar las tierras. Este entramado se ha formado de nuevo con troncos de castaño de 20 cm de diámetro, separando los troncos transversales a 1,5 m de distancia entre sí. En todos los niveles del entramado se han colocado rollos de fibra de coco y plantación de especias de arbustiva.
Por último, para unir el enrejado con la cabeza del talud, quedando una altura paralela al perfil del talud de 9m, se ha colocado una red de coco de 700gr/m2 ocupando una superficie total de 300 m2. En esta misma superficie se han instalado 120 ml de rollos de escorrentía fabricados con red de coco y clavados en el terreno con varillas de hierro. Esta red permite consolidar la parte final del talud, minimizar la erosión superficial y facilitar la rápida vegetación mediante la siembra manual de mezcla de semillas autóctonas.
Las tierras necesarias para el terraplenado de todo el talud deslizado, así como para el rellenado de todas las construcciones de bioingeniería se han obtenido mediante la sobre excavación de varios márgenes de la riera, muchos de ellos ocupados superficialmente por caña. Se ha desbrozado la parte aérea de la caña y se ha eliminado todo el rizoma, triturándolo in situ. Estos movimientos de tierras han permitido aumentar el ancho del cauce, favoreciendo una buena dinámica fluvial y evitando futuros puntos débiles del mismo.
TALIO es desde sus orígenes una empresa creada con el objetivo de minimizar los daños ambientales causados por la actividad humana. Defendemos la existencia de un equilibrio entre el verde y el gris.
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