El objetivo ha sido recuperar la fauna y la funcionalidad de los caminos ganaderos del Perelló.
Y de paso, valorizar su funcionalidad como reservas de biodiversidad; y en concreto, mejorando los hábitos acuáticos y la recuperación de la fauna.
Por este motivo se han construido nuevas balsas ‘madre’ de dimensiones aproximadas 10×10 m2, añadiéndose a las ya existente. Entre estas balsas ‘madre’ se ha creado una red de balsas menores de 3×3 m2, con una separación entre ellas que no llega a 200 metros.
Todas las balsas se han construido con la aplicación de sucesivas capas de arcilla, para dotarlas de capacidad de retener el agua de la lluvia durante varios días. El incremento del número y superficie de puntos de agua que sirven de hábitat, permitirá la recuperación de la fauna autóctona; y especialmente de los anfibios. Con la creación de esta red de balsas, por ejemplo, se asegura el desplazamiento de balsa ‘madre’ a balsa ‘madre’ del gallipato (Pleurodeles waltl), especie endémica de las Tierras del Ebro.
Dentro del contexto de las obras, se ha aprovechado para adecuar las balsas ‘madre’ para uso público: con la instalación de cierres, zonas de descanso, señalización de rutas y paneles de información medioambiental; y para la restauración ambiental de su entorno, con la siembra y plantación de especies autóctonas.